lunes, junio 27, 2011

Testamento vital propuesto por la CEE

Hace un tiempo, escribí la entrada Hablar con propiedad de... Muerte digna. Hoy os propongo la lectura de este testamento vital que nos propone la Conferencia Episcopal 
Española (CEE), incluida dentro de un documento que ha hecho público recientemente como respuesta al intento velado de legalizar algunas formas de eutanasia en nuestro país: "Declaración con motivo del: Proyecto de Ley Reguladora de los Derechos de la Persona ante el Proceso Final de la Vida"


Como podréis observar, lo primero que solicita es que no se practique la distanasia (ensañamiento médico), pero tampoco la eutanasia, en ninguna de sus formas. 

--------------------------------------------------------------------------------


Testamento vital

A mi familia, a mi médico, a mi sacerdote, a mi notario:


Si me llega el momento en que no pueda expresar mi voluntad acerca de los trata‐
mientos médicos que se me vayan a aplicar, deseo y pido que esta declaración sea considera‐
da como expresión formal de mi voluntad, asumida de forma consciente, responsable y libre,
y que sea respetada como si se tratara de un testamento.

Considero que la vida en este mundo es un don y una bendición de Dios, pero no es el
valor supremo y absoluto. Sé que la muerte es inevitable y pone fin a mi existencia terrena,
pero creo que me abre el camino a la vida que no se acaba, junto a Dios.

Por ello, yo, el que suscribe, pido que si por mi enfermedad llegara a estar en situa‐
ción crítica irrecuperable, no se me mantenga en vida por medio de tratamientos despropor‐
cionados; que no se me aplique la eutanasia (ningún acto u omisión que por su naturaleza y
en su intención me cause la muerte) y que se me administren los tratamientos adecuados pa‐
ra paliar los sufrimientos.

Pido igualmente ayuda para asumir cristiana y humanamente mi propia muerte. De‐
seo poder prepararme para este acontecimiento en paz, con la compañía de mis seres queri‐
dos y el consuelo de mi fe cristiana, también por medio de los sacramentos.

Suscribo esta declaración después de una madura reflexión. Y pido que los que tengáis
que cuidarme respetéis mi voluntad. Designo para velar por el cumplimiento de esta voluntad,
cuando yo mismo no pueda hacerlo, a............  Faculto a esta misma persona para que, en este
supuesto, pueda tomar en mi nombre, las decisiones pertinentes. Para atenuaros cualquier
posible sentimiento de culpa, he redactado y firmo esta declaración.

Nombre y apellidos:
Firma:
Lugar y fecha: