Noto que, en ocasiones, parece que tengo una visión un poco pesimista de las cosas, y la realidad que nos rodea no alenta a pensar de otra manera. Sin embargo, la verdad es que sé (no sólo creo, sino que tengo la certeza) que la batalla por la vida está ganada. Al final, habrá un generación que mirará a ésta desde una perspectiva más avanzada y humanista y se escandalizará de las burradas que está haciendo la nuestra, con sus prácticas eugenésicas y autodestructivas en las que algunas personas se adueñan de las vidas de otras, decidiendo arbitrariamente cuándo deben terminar.
Quizá nos miren con lástima, quizá con desprecio, tal vez con misericordia... Pero observarán lo que está pasando y sentirán vergüenza ajena y escándalo por todo lo que estamos haciendo.
La pregunta no es si se derogarán el aborto y la eutanasia (que están intentando legalizar por la puerta de atrás), sino cuándo. ¿Cuántos inocentes, niños y ancianos, sanos y enfermos, guapos y feos, inteligentes y tontorrones, tendrá que morir antes de que pongamos medidas para que este holocausto de inocentes termine?
Ya van millones de niños abortados y miles de enfermos eliminados (igual cientos de miles). ¿Hasta cuándo?
lunes, julio 11, 2011
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