miércoles, agosto 31, 2005

Hasta que la muerte nos separe

Acabo de llegar del cine, de ver Mr. & Mrs. Smith (2005), una película muy divertida en la que se combinan la acción y la comedia romántica, dando lugar a una historia ligera, pero entretenida, que hará las delicias de los amantes de ambos géneros. Al fin, alguna amiga mía podrá ir con su novio al cine, sin que ninguno de los dos se duerma.

Como muchos sabréis, la película narra la historia de un matrimonio que está pasando un mal momento y, de repente, ambos descubren que el otro es un asesino a sueldo y, ¡cielos! ¡De agencias diferentes! Cada uno tendrá que intentar matar al otro, antes de que el otro termine el trabajo.

Pues bien, esta historia de amor-odio, de encuentro-desesncuentro, de desidia-pasión... Ha despertado en mi el deseo de hablar sobre algo que nunca está de moda, pero siempre está presente en la mente de todos aquellos que tienen una relación personal e íntima con alguien del género opuesto: El matrimonio.

La verdad es que, en nuestros días, es un término que ha perdido mucho carisma y significado.

Aún hoy (jueves 1 de septiembre de 2005), la Real Academia de la Lengua Española, en su diccionario digital, define matrimonio como: Unión de hombre y mujer concertada mediante determinados ritos o formalidades legales.

En nuestro país esta definición quedaría coja, ya que la legislación contempla que dos hombres o dos mujeres puedan formalizar legalmente su relación bajo este nombre que, históricamente, no le corresponde. Muchos aplauden este hecho como un signo de igualdad conquistada por parte de los colectivos homosexuales, aunque yo, personalmente, considero que es un tanto más que se han querido marcar nuestros progresistas gobernantes, para desviar la atención de la penosa gestión social, económica, política, diplomática..., que están haciendo con el poder que les otorgaron unas urnas que buscaban una alternativa mejor a lo que teníamos, pero que encontraron algo, por lo menos, tan malo como lo anterior. Es una pena que vivamos en un país de sevillanas y panderetas en el que da igual lo que votes, porque jamás te sientes representado, arropado, ni protegido. Vivimos en el régimen del menos malo, del que menos daño parezca que puede hacernos; aunuqe luego todos nos peguen la patada.

En fin, volvamos al tema que nos ocupa, y es que el matrimonio no sólo ha perdido significado por una ampliación del término, en mi opinión innecesaria, puesto que no es lo mismo unir a un hombre y a una mujer, que a una mujer con otra mujer, o a un hombre con otro hombre. No es el mismo tipo de relación, no existe el mismo tipo de frutos, no aportan lo mismo a la sociedad... Vamos, que los que hemos jugado con legos y tentes sabemos que hay piezar que encajan y piezas que se apilan, y no tienen la misma consistencia los bloques ensamblados que los superpuestos. Cosas diferentes, términos diferentes. Ni mejores, ni peores, sólo distintos. Derechos, los mismos para todos, en aquello en lo que todos somos iguales: Dignidad humana. Ni más, ni menos.

Otra razón por la que ha perdido sentido la encontramos en el nuevo concepto que manejan los medios de comunicación, centros del conocimiento y sapiencia populares, instructores sin parangón de nuestras personas y nuestros vástagos: Los divorcios exprés. Igualito que el café. Coges, metes el agua, el café y en pocos minutos tienes agua sucia con sabor amargo. Aquí lo mismo, metes dos personas que se han comprometido a amarse hasta el final, las mentiras y rencores de ambos y, en pocos minutos, tienes un papel que dice que da igual todo lo que hayan pasado juntos, y aquí paz y después gloria.

Da igual si un alto porcentaje de parejas que se separaban volvían a unirse en un plazo de dos años, motivo por el que existía la separación, para ahorrarnos trámites burocráticos a todos los contribuyentes. Es más avanzado que todos podamos mandar a nuestra pareja, a los años de convivencia y cariño, a los hijos y a todos los frutos de nuestra relación a una cloaca, que intentar mediar entre dos personas que pueden estar pasando una mala temporada y que, quizá, con sentarse a hablar y decirse todo lo que llevan callándose durante años podrían superar.

Pues, para que todos ustedes lo sepan, yo paso de matrimonios exprés y de liarme con cualquiera por la calle. Para mí hay algo más hermoso que el aquí te pillo, aquí te mato, y que la insulsez de mirar con caras largas al otro durante 30 años. El día que encuentre a la persona adecuada, me casaré con todas las consecuencias, por la Iglesia, con cura, de blanco, buscando el amor del otro cada día, luchando porque no se apague la llama de la pasión y aceptando que ambos cambiamos, pero lo hacemos juntos, evolucionando hacia algo nuevo y mejor, porque nos queremos y nos seguiremos queriendo.

Llamadme ilusa, pero quiero mirar esos ojos todos los días, con cariño, con nostalgia, con esperanza, hasta que la muerte nos separe.


Dedicado a mis abuelos, que se amaron y se aman más allá de la muerte.

4 comentarios:

Audril dijo...

No estoy de acuerdo en absoluto contigo en este caso :P.

En primer lugar, sobre el matrimonio homosexual, independientemente de que haya dado a esto mas importancia de la que tiene y se haya usado para tapar otras carencias del gobierno actual (que las tiene y muy gordas), ¿Quien somos nosotros para decidir lo que corresponde historicamente a alguien? A los negros antiguamente les correspondia estar bajo las ordenes de los blanco, a las mujeres estar sometidas al marido. Los que profesaban alguna religión contraria a la de tal pais, podian ser encarcelados, desterrados o hasta condenados a muerte. Basandonos en eso, todos los derechos que ahora impiden que ocurran estas injusticias podriamos tacharlos de inválidos, porque claro, historicamente no ha sido asi. Pero no, el mundo progresa y avanza poco a poco, y de cuando en cuando (menos mal).

La homosexualidad es algo NATURAL que ha estado ahí SIEMPRE, otra cosa es que con el tiempo hayan ganado algunas ideas que condenan cosas no solo esto sino ya cosas tan naturales como el sexo en si, por ejemplo, o con una actitud claramente machista o misógina.
Se intenta alcanzar una sociedad lo mas igualada posible, tambien para los homosexuales, y el derecho a casarse es algo que debe de estar contemplado en las leches. No quiere decir que se vayan a casar todos, pero igualdad no es lo mismo que "permisividad", si queremos igualdad hay que tenerla con todas sus consecuencias. Aplaudo que se haya permitido el matrimonio homosexual en España, ya era hora de que estuviesemos a la cabeza de algo en este aspecto despues de tanto tiempo.

Por otro lado, la definicion de matrimonio no deberia ser algo tan complicado: Es el acto ceremonial por el que se unen dos personas que se quieren. Nada mas, y nada menos. Al fin y al cabo es lo que dice la RAE, y veremos cuanto tarda en quitar los apartados de "hombre y mujer" (apuesto que en la proxima edición). No veo que lógica impide esto. ¿Que no pueden tener hijos? Entonces que tampoco se casen las parejas con problemas de fertilidad, o las que no quieran tenerlos. ¿Ese es el objetivo del matrimonio? No veo porque.


Por otro lado, con los divorcios, estoy TOTALMENTE A FAVOR. Y cuanto mas rápido y menos trámites mejor. Es mucho mejor para los hijos que termine la situación de raíz que el ver a sus padres tirandose los trastos a la cabeza. Otra cosa es que la gente ahora se divorcie como el que se muda de ropa, sin hacer el mas minimo esfuerzo por solucionar nada, pero eso, como propiamente he indicado, es culpa de la gente, no de la legislación, que hace lo correcto al intentar atajar cuando antes los trámites: La legislación tiene que estar orientada a la gente normal, no a los tontos. El uso que hagan los tontos del derecho que se les otorga no es problema de la ley.


Nada mas... Un saludo!

Marisunflowers dijo...

La verdad es que me parecería raro que todo el mundo estuviera de acuerdo conmigo.

Pero creo que no me he explicado bien. Yo no tengo nada contra los homosexuales. De hecho, tengo amigos de ambos géneros que tienen ese tipo de tendencias sexuales y me parece absolutamente respetable.

No obstante, el matrimonio es el tronco básico de la familia, una institución que ahora está de capa caída, y una pareja homosexual no tiene la misma capacidad de ser seno familiar que una heterosexual. No es nada intrínsecamente malo, pero es un hecho que no son capaces de ofrecer un modelo masculino y femenino simultáneo a los niños encomendados a su crianza.

Sinceramente, yo quiero que mis hijos tengan un padre y una madre, porque el modelo biparental bigenérico ofrece al niño un entorno mucho más rico para su desarrollo, desde un punto de vista pedagógico. Con esto no quiero decir que los solteros o los homosexuales no deban adoptar, puesto que hay muchos niños que pasan toda su vida en un centro, y ese es el peor entorno de crianza que yo pueda imaginar, después de la calle o el maltrato. Sin embargo, creo que siempre se debe pensar en lo mejor para el niño y, si existe la posibilidad, una familia biparental de géneros diferentes es la mejor apuesta.

No creo que se deba utilizar la palabra matrimonio, porque no hablamos de la misma cosa, por lo que debería existir un término distinto para las uniones homosexuales. Como ya he dicho, ni mejor, ni peor: Diferente.

En cuanto a los divorcios... ¿Tus padres se ha separado alguna vez? Los míos sí, y te garantizo que me alegro mucho de que me tocara antes de los divorcios exprés que ofrece ahora la legislación. Mis padres, como un importante porcentaje de parejas que se separaban, se dieron cuenta en la relación que implica la separación que estaban pasando un bache superable y, de hecho, hoy día vuelven a estar juntos. Si se hubieran divorciado, cada uno habría rehecho su vida de una forma totalmente diferente y es muy probable que ahora no estuvieran juntos, con todo lo que eso supondría para sus hijos.

Audril dijo...

Mis padres tambien se han separado, y no, afortunadamente no han vuelto. Dejaron de entenderse, no se entienden y te aseguro que no se entenderán jamás. Tuve la suerte de que a pesar de sus diferencias, mis padres son personas lúcidas y no metieron a sus hijos en medios de sus problemas, se separaron de una forma "pacífica" y cada uno siguió su vida por un lado pero sin despreocuparse de los hijos.

Pero conozco gente cuyos padre se han separado también y por culpa de una de las dos partes, o de las dos, han complicado el asunto hasta el punto de hacer sufrir de verdad a los hijos y joderles con tal de exprimirse entre ellos un poco mas (sin darse cuenta, supongo)... Y no son casos aislados. El divorcio "express" esta ahí, puede ayudar en casos como esos y quien crea conveniente usarlo, que lo use. Es algo que puede ser tanto una ventaja como un inconveniente (como cualquier ley), solo hay que saber usarlo.

La verdad es que aplaudo que tus padres hayan vuelto. Pero no todas las situaciones son las mismas... Yo la verdad es que de pequeño pensaba en que estaria genial que volviesen y demas, pero con el tiempo, uno va viendo mas en profundidad y en el caso concreto de mis padres lo mejor es que estén las cosas como están. Por otro lado no es lo mismo el problema que tuviesen tus padres o los mios, que será de entendimiento, con otros que puede haber y a los cuales quiza no haya mas solucion que cortar el problema de raiz.

De todos modos, no puedo dejar de pensar que las parejas que se divorcian por el mas minimo detalle sin hacer ningun esfuerzo por superar el problema (gente de esta que se divorcia de su pareja como el que se cambia de ropa) tienen un serio problema personal. Pero porque haya gente que haga las cosas mal no quiere decir que la ley en si este mal, no se si me explico.


Por otro lado, sobre los homosexuales... pues si, lo ideal es un padre y una madre. Pero si yo tuviese hijos y la espichase y tuviesen que ser adoptados, preferiria que lo adoptasen una pareja homosexual que de verdad vaya a educarles y quererles que muchas otras de padre y madre que simplemente "tienen" al hijo, y el hijo va pasando por la vida hasta que se larga de su casa, y ni le educan, ni nada. A grandes rasgos si, es mejor un padre y una madre, pero eso no quere decir que necesariamente una pareja homosexual vayan a ser peores padres. En esto creo que pensamos lo mismo.

¡Un saludo!

Hîthwen Fëadür dijo...

Tanto lio con los matrimonios homosexuales....de entrada qué más dá como se llame? Mientras tengan los mismos derechos y las mismas obligaciones, a mí no me molesta que se llame matrimonio si a ellos les hace ilusión....Por otro lado no entiendo la manía de la gente por casarse, sí tu estás bien con alguien ¿por qué ponerlo bajo escrito?...¿es una forma de obligar al otro a estar ahí siempre contigo y ponerle impedimentos para que se vaya?....

Y el tema del divorcio....no siempre las cosas son tan fáciles...a veces tras muchos años de relación ya no estás casado con la persona a la que amabas, la gente cambia... y por todos los trámites que implica hay mucha gente que prefiere seguir aguantando a lo que están a costumbrados que meterse en semejante berenjenal.... y el ambiente en casa se vuelve cuanto menos propicio para que haya niños en él...

Hablando de ambientes para criar niños.... qué pasa con las parejas de lesbianas? Ellas lo tienen muy facil para tener niños ¿por qué discriminar a los gays? Si el problema es la riqueza de la educación habría que estudiar la situación de cada familia, no?