No soy dada a compartir emails en cadena, pero he pensado que podría hacer una entrada en mi blog sobre uno que recibí ayer. Habla de lo que una polaca, Irena Sendler, hizo durante la Segunda Guerra Mundial y me gustaría compartirlo con vosotros.
Su aventura comienza cuando, en 1939, Alemania invade Polonia. Ella trabajaba como enfermera en comedores comunitarios para el Departamento de Bienestar Social, donde, además de proporcionar comida a judíos y cristianos, facilitaba ropa, medicinas y dinero.
En 1942, los nazis crearon el gueto de Varsovia. Irena se afilió a "Zegota", una asociación para ayudar a los judíos y, con la excusa de controlar una posible epidemia de tifus (que a los alemanes preocupaba mucho), consiguió pases para ella y otros colaboradores al gueto.
Cuando entraba en el gueto, se ponía un brazalete con la estrella de David, por solidaridad y para pasar inadvertida. De este modo, intentó contactar con mujeres con niños a su cargo, con la intención de sacarlos del gueto, donde estaban condenados a morir. Sin embargo, la resistencia de muchas madres y abuelas de separarse de los pequeños acabó con un fatal desenlace para ellos pues, aunque Irena y sus colaboradoras intentaban convencerlas, a veces se encontraban con que a su siguiente visita, la familia ya había sido transladada a un campo de concentración.
Para sacar a los niños del gueto, utilizó distintos sistemas: Ambulancias aduciendo que padecían tifus, sacos, cestos de basura, cajas de herramientas, cargamentos de mercancías, sacos de patatas, ataúdes... Cualquier vía era buena para sacar a un niño de aquella situación.
Cuentan que, para que los nazis no se acercaran a sus "preciadas mercancías", entrenó un perro que dejaba en el camión y que ladraba en cuanto un soldado alemán se le acercaba.
Irena fue descubierta por la Gestapo y presa en la cárcel de Pawiak, donde fue brutalmente torturada para que desvelara la localización de los distintos niños que había rescatado y que sólo ella conocía. Sin embargo, se mantuvo firme, aferrándose a una estampa de Jesús Misericordioso que rezaba: "Jesús, en Vos confío", que había encontrado en su jergón de la prisión y que en 1979 regaló a Juan Pablo II.
Fue sentenciada a muerte, pero sus colaboradores de Zegota consiguieron sobornar a soldados alemanes para que, alegando un "interrogatorio adicional" la dejaran escapar. El soldado que la liberó y le gritó en polaco "corra" en el momento de su huída, aparecía en la lista de polacos ejecutados al día siguiente.
A pesar de esta situación, Irena siguió trabajando bajo una identidad falsa.
En 1943, durante el Levantamiento de Varsovia, escondió dos frascos con los nombres y direcciones de todos los niños que había salvado, pues su intención siempre fue reunirlos con sus familias cuando fuera posible. Para que no cayeran en malas manos, pero cumplieran con su misión si a ella le pasaba algo, los enterró bajo un árbol en el jardín de su vecina.
Al terminar la guerra, ella misma entregó la lista a Adolfo Berman, el primer presidente del "Comité de salvamento de judíos supervivientes". Sin embargo, la mayoría de las familias de los niños habían muerto en los campos de concentración, así que los pequeños que no tenían aún una familia adoptiva fueron llevados a orfanatos, de los que fueron transladados poco a poco a Palestina.
En el año que se desarrolló su trabajo, consiguió salvar a 2.500 niños judíos, que la conocían por su nombre clave: "Jolanta".
Su labor fue reconocida tras la guerra por distintas instituciones, recibiendo el título de "Justa entre las naciones", de la organización Yad Vashen (con sede en Jerusalen), "Ciudadana honoraria" del Estado de Israel (ambas en 1965), el "Orden del Águila Blanca" (máxima distinción civil en Polonia) en 2003 y fue candidata al "Premio Novel de la Paz" en 2007 (aunque finalmente se lo llevó Al Gore, ex-vicepresidente de los EE.UU., candidato perdedor a la presidencia de EE.UU. en 2000 y activista contra el cambio climático).
Gracias a las imágenes que se publicaron de ella cuando se conoció su historia, algunos de aquellos niños que había salvado la encontraron y pudieron agradecerle lo que había hecho por ellos.
El 12 de mayo de 2008, falleció a la edad de 98 años.
En 2009, la CBS hizo una película sobre su vida: The courageous heart of Irena Sendler, dirigida por John Kent Harrison y protagonizada por Anna Paquin (ganadora de un Óscar a la mejor actriz por El Piano y de un Globo de Oro por la serie televisiva True Blood).
2 comentarios:
Hay un diplomático español que salvó a 5200 judíos en Hungría de ser exterminados por el régimen nazi, lo hizo alegando sus origenes Sefarditas (cosa que era falsa en la mayoría de los casos, sólo 200 eran sefarditas) Se llama el diplomático Ángel Sanz Briz: http://sefarad.rediris.es/textos/0sanzbriz.htm
Espero que te gusté su historia...
Hola.
Yo no conocia esta historia, hasta el dia de ayer 19/01/12 que vi la pelicula y me he quedado impactada.
Se las recomiendo.
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