A pocos días de la visita pastoral de S.S. Benedicto XVI a nuestro país, quiero hacer una pequeña entrada para darle la bienvenida y reflexionar un poco sobre lo que supone para todos la vistia del Santo Padre.
Originalmente, el viaje se planificó con la intención de sacralizar la Sagrada Familia en Barcelona. Después, los compostelanos pidieron al Papa que, ya que venía a España en Año Santo, hiciera una vistia a Santiago con el fin de compartir con él un Xacobeo que no se repetirá hasta dentro de 11 años.
Son muchos los peregrinos que se desplazarán a alguno de los dos enclaves para compartir este momento de alegría y celebrar la fiesta de ser Iglesia Universal. Otros, no peregrinarán, sino que se desplazarán para intentar deslucir este acontecimiento, motivados por un odio absoluto a todo lo sacro y eclesial.
Algunos grupos extremistas, sobre todo de homosexuales, pro-aborto, comunistas, anarquistas y anticlericales en general, intentarán que parezca que España rechaza al Papa, como han hecho en visitas pastorales a otros países, como el Reino Unido.
¿Por qué tanto odio al Papa?
La respuesta es sencilla: Porque no se calla.
El Papa, en su misión de buscar y hacer pública la Verdad, y de acompañar la vida de los fieles, denuncia constantemente todos los atropellos que se llevan a cabo en este mundo: Guerras, violencia, pérdida de valores, ataques a la familia, la vida, la libertad religiosa... Y la Verdad siempre molesta a aquellos que quieren relativizarla o eliminarla del mapa.
El Papa viene a España a traer el Mensaje de la Salvación, a recordarnos que Cristo vino al mundo a morir y resucitar por nosotros y a invitarnos a vivir la Felicidad de recorrer el Camino, conocer la Verdad y compartir la Vida.
Bienvenido Benedicto XVI.
¡Viva el Papa!
1 comentario:
¡Que viva, que viva el papa!
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