martes, noviembre 06, 2012

Ne sabonni

"Sí, maestro!"

Así contestaba siempre que me llamaba mi maestro. Me levantaba, me acercaba, le daba la razón...

Él me enseño muchas cosas: Educación, decoro, etiqueta, a superar la timidez, a ponerme a prueba frente a un tribunal, a esforzarme, que siempre se puede llegar más alto, más fuerte, con más energía...

También me enseño algo de taekwondo, el deporte que amaba y que le había valido ser abanderado de Korea en los Juegos Olímpicos de Seúl.

Hoy me he enterado de que ya no está entre nosotros. El día 31 de octubre un infarto cerebral se le llevó de nuestro lado.

Rezo para que ahora viva en el Señor y disfrute de la felicidad que nunca acaba.

Gracias por todo, maestro Kim.

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