Hoy quiero empezar una nueva sección en este blog. Se trata de "Hablar con propiedad...", un espacio en el que intentaremos acercarnos a las expresiones más correctas desde el punto de vista lingüístico para referirnos a distintos aspectos para los que se suelen utilizar eufemismos que proyectan una falsa percepción sobre las realidades de las que hablamos. Hoy, voy a centrarme en un aspecto que siempre me inquieta: El aborto.
Para ello, vamos a ir señalando algunos términos, explicar por qué son incorrectos (muchas veces de forma deliberada) y buscar alternativas más aceptables.
Interrupción voluntaria del embarazo
La palabra clave es "interrupción". La interrupción se refiere a la capacidad para detener un acontecimiento en el espacio y/o en el tiempo, con la posibilidad de reanudarlo. Se puede, o no, hacer uso de esta capacidad de reanudación, pero está intrínsecamente ligada al término.
Aborto inducido por curetaje
El embarazo no es un proceso que podamos detener en el espacio, ni en el tiempo, con la posibilidad de reanudarlo. Una vez "detenido", es imposible volver a ponerlo en marcha. En todo caso, podríamos empezar un nuevo embarazo, que no sería el mismo que hemos parado. Volveríamos tener que ovular, concebir, implantar... Y el resultado sería un niño completamente distinto.
Esto es especialmente notable, la incapacidad para recuperar el embarazo, porque el nasciturus muere durante el proceso.
Por tanto, podríamos hablar de aborto voluntario, aborto inducido, eliminación voluntaria del embarazo, supresión voluntaria del embarazo...
No nacido
Este término se suele utilizar para referirse a dos tipos de sujetos distintos: Los que se encuentran en el vientre de su madre y los que han sido eliminados en un proceso abortivo, voluntario o espontáneo.
Un embrión de 12 semanas
Esta expresión no es incorrecta, pero resulta confusa, porque nunca sabemos de si hablamos de vivos o muertos, de los que están por nacer, o de los que han sido eliminados. Por tanto, sería interesante determinar si en un momento dado hablamos de unos u otros.
Para los muertos: Abortados, eliminados, suprimidos, muertos...
Para los vivos: Por nacer, en gestación, en desarrollo...
Pro-elección
Los grupos en favor del aborto suelen autodenominarse de esta manera, porque parece transmitir algo positivo. ¿Quién podría estar en contra de que cada uno pueda elegir?
Sin embargo, la construcción de este planteamiento es equivocado, puesto que se habla de la elección sobre el propio cuerpo, la elección sobre la salud reproductiva de las mujeres... Sin embargo, cuando hablamos de aborto, estamos tomando decisiones sobre el cuerpo de otro, que no es la madre; sobre la salud (vida o muerte) de otro, que no es la madre; y tratando la reproducción como algo exclusivo de la mujer, cuando compete también al hombre (padre de la criatura) y al hijo en estado de gestación.
Por otro lado, estos grupos no apoyan un verdadero proceso electivo, puesto que para poder elegir han de existir varias alternativas. Sólo presionan para favorecer los intereses abortivos, pero no para promover la capacidad de la madre a elegir tener a su hijo. No luchan por conseguir derechos para la mujer embarazada, para la crianza de los hijos, para la gestante trabajadora, para la madre trabajadora, derechos para las estudiantes embarazadas o con cargas familiares, derechos para las mujeres que entregan a sus hijos en adopción... Si, ante una situación complicada, la única respuesta que están dispuestas a ofrecer es el aborto, no están ofreciendo una verdadera capacidad de elegir.
Sería más correcto decir: Pro-aborto, pro-muerte, pro-eliminación del embarazo, pro-eliminación del que está por nacer...
Salud reproductiva de la mujer
La salud reproductiva de la mujer es la capacidad de la mujer para poder concebir y llevar a término el embarazo sin contratiempos.
El embarazo no es un proceso patológico, aunque hoy en día encontramos que está muy medicalizado. Es un proceso natural, propio de las mujeres sanas y los embriones sanos (aquellos capaces de llegar con vida al parto). Esto no significa que todas las mujeres embarazadas estén sanas a todos los niveles, ni que todos los embriones estén sanos a todos los niveles; pero, desde el punto de vista reproductivo, es evidente que lo están.
Por otra parte, el aborto es un proceso patológico, consecuencia de la incapacidad de la mujer para llevar a término el embarazo, o fruto de la muerte del embrión antes del parto.
Paradójicamente, este término se utiliza pensando en limitar la capacidad reproductiva de la mujer, forzando comportamientos patológicos en su aparato reproductor, bien para que no pueda concebir, bien para que no pueda llevar a término el embarazo. Nunca se emplea para hablar de la problemática que supone para muchas mujeres no ser capaces de concebir y/o llevar a término un embarazo.
¿Cuánto se embolsan las farmacéuticas gracias a este planteamiento?
Algunas alternativas a este término serían: Limitación reproductiva de la mujer, supresión de la fertilidad femenina, esterilidad de la mujer...
Si sólo nos referimos a la incapacidad para concebir: Anticoncepción femenina, contracepción de la mujer...
Si nos referimos a la incapacidad para llevar a término el embarazo, una vez producida la concepción, podríamos hablar de aborto voluntario, eliminación del embarazo, supresión del embarazo...
Derechos de las mujeres
¿Acaso los derechos de las mujeres son distintos de los de los hombres? En este país, no existe una declaración de derechos distinta según el sexo, como tampoco ocurre en ningún documento suscrito por nuestro país, por lo que hablar en estos términos hace pensar que los derechos de hombres y mujeres no son los mismos y, por tanto, demuestra un sesgo discriminatorio por motivo de sexo, que es inaceptable, en base al artículo 14 de la Constitución Española de 1978:
Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Estos son algunos de los muchos términos frecuentes en el debate sobre el aborto que quería dejar claros. Estad seguros de que hay muchos más y, si sois tan amables de notificármelo en los comentarios, estaré encantada de incluirlos en este lista.
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