sábado, junio 26, 2010

Burka vs Top Less


Parece que muchos ayuntamientos se sienten con la autoridad de legislar sobre cómo deben vestir quienes quieran pasear por sus calles. Miran con desconfianza a los colectivos musulmanes más radicales, que obligan a sus mujeres a vestir trajes que les cubran completamente (burka) o casi completamente (niqab) el rostro. Dicen que es un comportamiento machista y han decidido liberar a esas mujeres que, por otra parte, no se lo han pedido.

Y, reflexionando, me pregunto: ¿De verdad están haciendo un favor a esas mujeres?

Hace poco leí en prensa a un hombre que, ante la aprobación de una de estas leyes en su municipio, afirmaba que la solución no pasaba porque su mujer no saliera vestida con la prenda prohibida, sino porque no saliera de casa en absoluto. El peligro de estas leyes es que, con su presunto afán de liberar a esas mujeres, las conviertan en prisioneras en sus propias casas. 

A mí, personalmente, estas prendas no me gustan, pero entiendo que, si una mujer vive en un entorno social concreto en el que no le queda más remedio que utilizarlas, mejor será que pueda salir a la calle con ellas, a que tenga que quedarse encerrada de por vida. Eso no quita que la autoridad competente (la policía, especialmente) pueda pedirles que les muestren su rostro para poder identificarlas, o que sus documentos de identidad (tarjeta de residencia, pasaporte, DNI, carné de conducir...) tengan que llevar la consiguiente foto. Sin embargo, si para ellas mostrar su rostro es comparable a lo que para mí sería quedarme desnuda, tampoco me parece mal que ellas puedan pedir que quien confirme su rostro sea una mujer y no un hombre (igual que yo puedo pedir que me cachee una mujer).

En cualquier caso, y desde varios puntos de vista, me parece que requiere un poco de reflexión el hecho de legislar sobre el vestir de las personas en la vía pública.

¿Se legisla sobre el vestir o sobre los símbolos religiosos?


La pregunta no es falaz, puesto que si lo que nos están marcando es unos máximos de partes del cuerpo que podemos llevar cubiertas, ¿será legítimo taparse la cara con el gorro y la bufanda en invierno? Y, por otra parte, ¿por qué no se legislan unos mínimos para que no tengamos que sufrir el penoso espectáculo de mujeres casi desnudas (generalmente prostituidas, que me parece un maltrato mayor que el otro), que además sucede delante de los ojos de nuestros niños (que merecen un poco más respeto hacia su inocencia)?

Si, por el contrario, se está betando este modo de vestir por ser una manifestación visible de sus convicciones religiosas, me parece que nos estamos saliendo del tiesto. ¿Acaso no vivimos en un país libre en el que cada uno puede creer (o no) en lo que quiera? ¿Y no tenemos libertad de expresión? ¿Y de conciencia? Entonces, ¿por qué debería prohibirse a nadie vestirse del modo que mejor le parezca, según sus convicciones religiosas?

En conclusión, veo en esta medida proteccionista más un deseo de control, que un interés real por las mujeres (como suele pasar casi siempre).Si el uso de la prenda es impuesto, será a través de la educación de hombres y mujeres como conseguiremos que las presiones desaparezcan, hasta permitir que ellas mismas elijan. Si la elección es de las propias mujeres, que consideran que es lo mejor para ellas, entonces ni yo, ni el ayuntamiento, ni nadie, tenemos derecho a decirles cómo debería vestir, siempre que ellas también estén dispuestas a transijir cuando sea necesario.


Y que nadie me malinterprete: Creo que puede haber normas sobre el vestir (especialmente relacionadas con el pudor y la seguridad), pero creo que el discurso político para imponer esta legislación sólo incide en un interés creado para coaccionar a una parte de la población a que se amolde a los deseos de la mayoría por un prejuicio cultural y religioso y, en ese sentido, me parece mal.

4 comentarios:

Francisco Javier dijo...

Tienes razón en que es un peligro que la mujer quede prisionera de sus casas por que un musulmán integrista decida que su mujer no sale a la calle para no entrar en conflicto con dicha ley.
De todas maneras yo conozco a una chica iraní que vive y estudia en España y que no lleva pañuelo en la cabeza, pero delante de su familia tiene LA OBLIGACIÓN de llevarlo. A ver como cambias eso.

Marisunflowers dijo...

¿Cómo cambias las normas que hay dentro de la familia de alguien?

En mi casa, es obligatorio comer vestido (nada de pijamas, bañadores, "pecho lobo"...). Sé que hay gente que no le da importancia a esas cosas e, incluso, considera que es represivo decir a alguien adulto cómo vestirse para comer. Pero son las normas de mi casa y, si no te gustan, pues no vengas.

Puede no gustarnos, puede no gustarle a tu amiga, pero es lo que hay en casa de sus padres. Sería un poco fuerte que alguien nos dijera qué normas podemos y no podemos poner sobre la etiqueta en nuestra propia casa, ¿no te parece?

Francisco Javier dijo...

Visto así... Tienes razón

Francisco Javier dijo...

Lo del velo es una broma comparado con el estado de sumisión en que tienen a las mujeres en algunos países árabes como Irán. Por mencionar algo diré que la mujer en Irán no puede trabajar ni estudiar si el marido no quiere, no puede divorciarse pero el marido sí y en caso de divorcio es el marido el que elige si se queda él o no con la custodia de los niños, no pueden viajar al extranjero sin permiso del marido, etc. No apoyo a una sociedad tan terriblemente machista como esa.